Un taller vivencial se desarrolla según necesidad e incluye el desarrollo teórico de los temas y fundamentalmente su vivencia a través de prácticas tipo laboratorio, permitiendo a los participantes realizar una reflexión dinámica respecto al origen de sus comportamientos en las distintas áreas y, además mediante prácticas lúdicas, obtener la vivencia respectiva abriéndole el camino hacia su transformación. Estas prácticas son: ejercicios de expresión corporal y juegos, experimentación de estados de distensión y relajación profundos y soltura corporal, logrando en los participantes abrirse al autoconocimiento. También ejercicios de comunicación y rol playing que permiten diferenciar con claridad las conductas eficaces de las que no lo son, generándose una gran disposición al cambio.